Miguel Ángel Sánchez tiene como objetivo profesional mejorar la eficiencia en el trabajo de aquellos con los que colabora.
Como formador imparte cursos orientados a futuros administrativos o directivos para que sepan desarrollar su carrera como un servicio al resto de la organización, aportando información adecuada y oportunamente.
Como asesor a empresas, aporto los conocimientos y herramientas que necesitan los administrativos y ayudo a los socios-directivos a analizar la información que genera el departamento de administración-contabilidad con la que adquieren un mejor conocimiento de su empresa y pueden tomar mejores decisiones.

miércoles, 13 de octubre de 2010

¿quieres saber cual es mi sexo?

Los que me conocen dirán que ya saben cual es mi sexo. Mi madre, que es mujer, me parió y lo sabe perfectamente. También lo sabe mi esposa, que por cierto también es mujer. Desde que nací fui identificado y registrado como varón, hombre o masculino. Creo necesario aclarar que considero estos términos como sinónimos.
Nadie me preguntó si quería ser hombre y tampoco se lo preguntaron a mis padres. Simplemente nací, y los que estaban en la sala de parto confirmaron el hecho. No hubo discusión ni debate, no opinión ni encuesta. Se limitaron a ver lo que tengo entre las piernas y ya está. Así de simple. Tan simple como en los últimos millones de años.

Pero ahora resulta que organismos internacionales que se suponen que están para cosas serias (la ONU principalmente) y ONGs respetables (Amnistía Internacional entre otras) junto con decenas de fundaciones y gobiernos de muchos países del mundo quieren cambiar esto.

En primer lugar, dicen que ya no tengo sexo, sino género. Parece que es más moderno y "liberal". La cuestión para estas personas tan serias que dedican tanto tiempo y dinero a cuestiones tan serias es que yo puedo elegir.  YO PUEDO ELEGIR. Lo primero que pensé es que aquí alguien ha perdido la cabeza.

Después, descubro que tengo que elegir entre cinco opciones. Si, ya no hay solamente hombre y mujer. Ahora mis opciones son hombre heterosexual, hombre homosexual, mujer heterosexual, mujer homosexual y bisexual. Al principio pensé que se trababa de un par de locos con ganas de tener su minuto de gloria, pero esto se está extendiendo y cada vez caben más posiblidades. Ya he oído sobre otra opción que es la de hombre que le gustan los animales, pero no como a Félix Rodriguez de la Fuente, sino más.

Lo visten como no discriminación a los homosexuales, como libertad de expresión y otros aspectos que en occidente están más que garantizados.

Pero van en serio y están bien organizados y sus objetivos finales son una autentica revolución social. Para conseguir la libertad y la felicidad plena que buscan tiene que conseguir:
* el fin de la institución familiar tal y como la conocemos. Al parecer el matrimonio y los hijos oprimen la libertad de la mujer e impiden desarrollar nuevas experiencias sexuales.
* el fin de la religión que solo contempla el sexo como expresión de AMOR dentro del matrimonio.
* el fin de la religión, pero esta vez por que pone a Dios por encima del hombre. Si creemos que Dios nos hace hombre o mujer y además que somos hechos "a imagen de Dios" no nos atreveremos a ser libres.
* el fin de los padres como principales educadores de sus hijos. Debe ser el Estado y no los padres los que animen a sus hijos a disfrutar del sexo. Los padres no entienden de esto.

La sociedad que consiga esto, y occidente va camino de lograrlo, no la conocerá "ni la madre que la parió". Y eso que esta expresión perderá todo su significado.

Yo por mi parte,  no pienso quedarme cruzado de brazos. Quiero que todos sepan, familiares y amigos, conocidos y desconocidos, que nací hombre y que vivo y moriré como hombre. Que no lo he elegido, sino que así lo quiso Dios. Que disfruto del sexo con mi mujer por que la amo. Que si tuviera sexo sin amor, tal vez habría placer, pero estoy seguro de que no sería feliz. Quiero que sepa el Estado y las autoridades educativas que mis hijos son mios, los educo conforme a mis creencias por que tengo todo el derecho del mundo (y la constitución española me ampara) y que no pienso consentir que se confunda la corrupción de menores (que sigue siendo delito en España) con la educación obligatoria.

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