Miguel Ángel Sánchez tiene como objetivo profesional mejorar la eficiencia en el trabajo de aquellos con los que colabora.
Como formador imparte cursos orientados a futuros administrativos o directivos para que sepan desarrollar su carrera como un servicio al resto de la organización, aportando información adecuada y oportunamente.
Como asesor a empresas, aporto los conocimientos y herramientas que necesitan los administrativos y ayudo a los socios-directivos a analizar la información que genera el departamento de administración-contabilidad con la que adquieren un mejor conocimiento de su empresa y pueden tomar mejores decisiones.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Rosa Diez

Rosa Diez tiene razón. En el debate sobre los presupuestos generales del 2013 insistía en la necesidad de reformar la estructura administrativa del Estado. Su planteamiento es que ningún presupuesto es bueno si no tiene claramente definido el modelo de Estado.

Tal vez podría haber dejado este tema para otro momento, pero tiene razón. España no tiene una crisis económica; tiene una crisis de identidad y de modelo que lleva a una administración ineficiente con competencias duplicadas y solapadas que encarecen el sistema. Tenemos un número excesivamente alto de empleados en la administración del estado, comunidad autónoma, diputación provincial, mancomunidad de municipios, ayuntamientos, entidades locales autónomas, distritos y barrios en grandes ciudades, empresas públicas, fundaciones, patronatos, televisiones públicas, ...

Pero es que son muchos los 8.000 ayuntamientos. Necesitamos plantearnos si sobran las diputaciones o las comunidades autónomas. Hay que cuestionarse la utilidad y necesidad de las mancomunidades de municipios. Al menos habrá que repartir claramente las competencias entre las distintas administraciones. Esto es básico.

Una vez hecho esto será más fácil identificar los organismos y las empresas públicas que sobran y esto llevará a una reducción de gastos en los presupuestos coherente con el modelo de Estado establecido.

Este es un proceso lento, que durará más de un año (y por lo tanto no debe paralizar la tramitación de los presupuestos) pero que no deberíamos atrasar más. Y en esta misión la colaboración de UPyD debe ser importante para el gobierno del PP a pesar de las diferencias ideológicas. Al fin y al cabo son los únicos partidos que, para referirse a España, hablan de "España" y no de "este país" o "el conjunto del estado".