Miguel Ángel Sánchez tiene como objetivo profesional mejorar la eficiencia en el trabajo de aquellos con los que colabora.
Como formador imparte cursos orientados a futuros administrativos o directivos para que sepan desarrollar su carrera como un servicio al resto de la organización, aportando información adecuada y oportunamente.
Como asesor a empresas, aporto los conocimientos y herramientas que necesitan los administrativos y ayudo a los socios-directivos a analizar la información que genera el departamento de administración-contabilidad con la que adquieren un mejor conocimiento de su empresa y pueden tomar mejores decisiones.

domingo, 7 de febrero de 2016

Me gusta el baloncesto… y no pienso disculparme por ello.

Es un deporte lleno de jugadas espectaculares: triples, asistencias y canastas que parecen imposibles…. Jugadas en equipo diseñadas por el entrenador en el último tiempo muerto a solo unos segundos del final del partido pueden dar la vuelta al marcador. Emoción en estado puro. Son situaciones que no se pueden presentar en ningún otro deporte.
Me gusta mucho más que cualquier otro deporte de equipo. Creo que tengo derecho a expresar mi preferencia sin tener que pedir perdón por ello. No creo que tenga que avergonzarme por decir que me gusta más el baloncesto que el futbol. Simplemente expreso mi opinión. Vivo en un país, España, que reconoce el derecho a la libertad de expresión de todos los ciudadanos. Comprendo que todo derecho está íntimamente ligado a una obligación, y en este caso tengo la obligación de ser respetuoso hacia los demás. Es decir, no debo utilizar mi libertad de expresión para ofender, insultar o difamar a otros.
A pesar de esta limitación a mi libertad de expresión, insisto en proclamar que me gusta el baloncesto. Incluso afirmo que me gusta más el baloncesto que el futbol. Con esto no estoy ofendiendo ni insultando ni calumniando a aquellos que no le gusta el baloncesto. No tengo la intención de ofender a aquellos que les gusta más el futbol que el baloncesto. No entiendo un deporte en el que es difícil que un equipo marque tres puntos en 90 minutos cuando en baloncesto el primer tripe llega en los primeros segundos del partido. Pero el hecho de que yo no lo entienda, no quiere decir que esté despreciando, insultando ni humillando a los millones de aficionados al futbol. Sé que es el deporte que más aficionados tiene en España. Me parece bien que a una inmensa mayoría le guste el futbol… Pero a mí me gusta el baloncesto y no pienso disculparme por ello.

Además de gustarme el baloncesto soy heterosexual… y tampoco pienso disculparme por ello. Soy un hombre casado con una mujer. Nos amamos y tenemos hijos. Entiendo que ser heterosexual es lo natural y lo que la inmensa mayoría de personas siente. Todas las culturas de cualquier época o lugar, con independencia de influencias religiosas, de invasores, gobernantes o lobbies siempre han considerado que el amor entre hombre y mujer es lo más natural. Es la Ley Natural.
No estoy prejuzgando a nadie, no estoy insultado a nadie, no estoy proclamando que debamos considerar ciudadanos de segunda categoría a nadie. Solo digo lo que me gusta y lo que soy. No es mi intención privar a nadie de sus gustos o tendencias… pero no pienso disculparme por ser como soy porque sé que cumplo con mi obligación de respetar a los demás.

Hace unos días, Ignacio Arsuaga me informaba sobre una campaña publicitaria de la cadena de restaurantes VIPS en la que animan a ir en pareja para aprovechar la promoción 2x1. Al parecer todas las imágenes de la promoción son de parejas homosexuales. Ignacio me comentaba que le gustaría que VIPS incluyera imágenes que representen a la familia natural, pues puede llegar a confundir a nuestros niños haciendo ver como normal aquello que sólo ocurre excepcionalmente. Me parece lógico el deseo de Ignacio, más del 99% de las personas viven dentro de una familia natural. La inmensa mayoría de los clientes de VIPS son heterosexuales. Ignacio no pide que se quiten imágenes de homosexuales, lo que pide es que se incluyan imágenes de parejas heterosexuales. No anima a nadie a dejar de ir a VIPS, se reconoce cliente habitual de estos restaurantes, les gustan y quiere seguir yendo con su familia.
Leo detenidamente el correo y la campaña de Ignacio y no encuentro ningún insulto a nadie. No hay desprecio, no hay rechazo a derechos de otros, no hay ninguna expresión que pueda ser interpretada como un deseo de “quemar en la hoguera” al que piensa distinto. No habla mal de nadie… no hay nada por lo que tenga que disculparse.

Desgraciadamente, Ignacio ha sufrido en las redes sociales la presión de una autentica jauría humana. Ha sido insultado y calumniado. Muchos han utilizar su libertad de expresión para negarle a Ignacio la suya. Opinan que Ignacio no debe expresarse públicamente porque no les gusta lo que piensa. Una auténtica “caza de brujas”. Le han llamado homófobo cuando se ha limitado a señalar que la homosexualidad no es la norma en la que esté el cien por cien de la población.
Estos integristas de la libertad cada vez dan más miedo. Dentro de poco querrán impedir que yo exprese públicamente mi preferencia por el baloncesto porque dirán que tengo “futbolfobia”.

Pero a mí me gusta el baloncesto…  y no pienso disculparme por ello.


5 comentarios:

  1. La libertad de expresión hace tiempo que dejó de existir en España. Hay un pensamiento más o menos oficial que nos obliga a tragar ruedas de molino. Y el valinte que se salga del guión que se atenga a las consecuencias.

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    1. Gracias por tu comentario, Julio.
      Prefiero atenerme a las consecuencias de salirme del guión a tener que tragar ruedas de molino.
      Elijo la libertad.

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  2. La libertad de expresión hace tiempo que dejó de existir en España. Hay un pensamiento más o menos oficial que nos obliga a tragar ruedas de molino. Y el valinte que se salga del guión que se atenga a las consecuencias.

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  3. Muchas gracias, Miguel Ángel. He de confesarte que a mí también me encanta el baloncesto.

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