martes, 29 de septiembre de 2015

Sínodo de la Familia

Creo que todos deberíamos ser conscientes de lo que se está hablando respecto a la familia en los sínodos de 2014 y 2015.

No se discute la doctrina, no se cambian "los pecados", no se cuestiona ningún aspecto moral. Lo que es pecado y lo que no lo es, lo podemos ver claramente en el Catecismo (o en su versión "compendio"). El Catecismo es un documento muy madurado y cuya vigencia debe durar siglos. No lo pongamos en cuestión cuando aún está vivo uno de sus principales autores (Benedicto XVI).

El sínodo y toda la reflexión de la Iglesia respecto a los problemas de la familia se centrar en LA PASATORAL. En decidir cómo hacer cercano el AMOR DE DIOS aquellos que han pecado. No es cuestión de decirles "no has pecado". Es cuestión de ver la mejor forma de decirle aquello que Jesús dijo a la mujer adultera: "yo tampoco te condeno, no peques más". Si Cristo no tiró la primera piedra, ¿seré yo quien la tire?

No vamos a decir que el aborto no es pecado. No podemos faltar a la verdad. Pero si podemos sentir compasión por el pecador arrepentido. Como el padre del hijo pródigo. Como el buen pastor que se alegra por encontrar la oveja perdida. 

Los evangelios están llenos de referencias al AMOR, al PERDÓN. Eso sin olvidar que Jesús EXIGE más fidelidad a los mandamientos (solo pensar en pecar ya es pecado).